Los americanos están convencidos que su gobierno gasta demasiado dinero en ayuda al desarrollo. Todo empezó a principios de los setenta, cuando nuestro presidente favorito1 y la enorme pifia de Vietnam envenenaron el debate político americano. Desde entonces, los programas humanitarios bajo USAID siempre han ocupado un lugar preeminente en la lista de “despilfarro” de todo político conservador del país, siendo la única partida de gasto federal en la que hay mayorías (raspadas) de votantes que están de acuerdo en eliminarla2.
Décadas de propaganda han convencido a medio país que el gasto en desarrollo es enorme, pero la United States Agency for International Development (USAID) no llega al 1% del presupuesto federal. Dado que este es un país muy rico y muy enorme, incluso ese porcentaje resulta ser una cantidad colosal de dinero, y sus 40.000 millones de presupuesto la convierten en la agencia más grande del mundo, con mucha diferencia3.
Como cualquier mentecato con dos dedos de frente sabe, la ayuda al desarrollo es “altruista”. Sí, ofrecer asistencia humanitaria mejora las vidas de quienes la reciben, pero es también un instrumento de política exterior que permite mejorar la reputación del país, ayudar a aliados, y ganar influencia a largo plazo4. En el caso de USAID, el colosal aparato logístico del Pentágono le permitía ser increíblemente efectiva respondiendo a emergencias y comprando voluntades. No hay ningún país en el mundo que pueda enviarte dos portaviones, un buque hospital, un par de buques de asalto anfibio y un centenar de aviones de carga con toneladas de ayuda humanitaria dos días después de un desastre, todo con el logo de agencia y su lema, “From the American people” (de parte del pueblo americano).
También, cuenta la leyenda, USAID siempre había tenido un montón de agentes de la CIA disfrazados en muchos sitios, pero eso, por supuesto, son eso, leyendas (cof, cof) y las dejamos para otro día.
Por motivos inescrutables que se escapan al común de los mortales, Elon Musk odia USAID. Algunos dicen que es culpa de su lento descenso hacia el radicalismo y ver demasiado videos reaccionarios en Youtube; otros hablan de una profunda animadversión a los esfuerzos de la agencia de luchar contra el apartheid cuando Musk era un joven heredero acaudalado en su país natal. Él dice que la agencia es “radical de izquierdas” y “antiamericana”, “marxista” y “criminal”, inventándose historias como un presunto programa para donar $50 millones en condones para Gaza. El buen hombre se ha pasado todo el fin de semana proclamando que quiere destruir la agencia.
No han tardado en hacerle caso. La administración del (vice)presidente Trump cesó a los responsables de la organización el lunes. Marco Rubio, el flamante secretario de estado, tomó el control directo y nombró a un jefe interino. El martes por la tarde, la página de internet de USAID desapareció. Lo único que queda es este mensaje:
Traduzco, porque es extraordinario:
El viernes 7 de febrero de 2025, a las 11:59 pm (EST), todo el personal contratado directamente por USAID será puesto en excedencia administrativa a nivel mundial, con la excepción del personal responsable de funciones críticas para la misión, líderes principales y programas especialmente designados. El personal esencial que se espera continúe trabajando será informado por los responsables de la agencia antes del jueves 6 de febrero a las 3:00 pm (EST).
Para el personal de USAID actualmente destinado fuera de los Estados Unidos, la agencia, en coordinación con las delegaciones y el Departamento de Estado, está preparando un plan, de acuerdo con todos los requisitos y leyes aplicables, bajo el cual la Agencia organizará y pagará el viaje de regreso a los Estados Unidos en los próximos 30 días y procederá a la terminación de los contratos de PSC e ISC que no se consideren esenciales. La Agencia considerará excepciones caso por caso y extensiones del viaje de regreso en función de dificultades personales o familiares, problemas de movilidad o seguridad, u otras razones. Por ejemplo, la Agencia considerará excepciones basadas en el calendario del curso escolar de los dependientes, necesidades médicas personales o familiares, embarazo y otras razones. Próximamente se proporcionarán más detalles sobre cómo solicitar una excepción.
Gracias por su servicio.
Esto es: la agencia de ayuda al desarrollo más grande del mundo va a poner a todo su personal en excedencia esta semana y repatriar todos sus empleados a Estados Unidos en menos de treinta días. Así, por las bravas. Y con ello, 40.000 millones de ayuda al desarrollo, desde hospitales en Gaza asistencia contra hambrunas en Sudán, infraestructuras, escuelas, agua potable, todo, han sido paralizados por completo.
Marco Rubio dice que había “insubordinación” y que debían ser puestos “bajo control”. Como si un puñado de funcionarios repartiendo sacos de arroz en Yemen pudieran dar un golpe de estado.
La maniobra, por supuesto, es completamente ilegal. Como explicaba el otro día, la constitución es increíblemente clara en que es el Congreso, no el presidente, quien decide cómo gastar los presupuestos. USAID recibe fondos aprobados por ley, y ni Trump ni nadie en su administración pueden negarse a utilizarlos. La agencia, además, fue creada por ley en 1961, bajo la presidencia de Kennedy, y únicamente puede ser eliminada por ley. Enviar a los funcionarios a casa y extinguirla le da tal cantidad de patadas a la separación de poderes que no hay ni por donde empezar. Más aún cuando la administración Trump está haciendo lo mismo en todo lo que toca, y más aún cuando un juez tras otro les ha ordenado no bloquear fondos unilateralmente.
Más allá del pequeño detalle de destruir la constitución y los cientos de miles de muertes directas e indirectas que esta decisión va a causar en todo el mundo (porque esto va a matar a gente), el daño que esta decisión provocará a la reputación internacional de Estados Unidos es incalculable. Por todo el mundo, pueblos y ciudades enteras que dependían de la asistencia y apoyo de un aliado, el país más poderoso de la tierra, verán como todo ese personal desaparece. Poco a poco, sin descanso, el liderazgo del país construido durante los últimos ochenta años se desvanece en el aire, una decisión estúpida tras otra.
Lo que sucederá, probablemente, es que Trump “reformará” USAID con un nombre distinto (la ley obliga que exista una agencia, pero pueden crear otra) y llena de chiflados leales al régimen. Los republicanos en el congreso (que están aplaudiendo con las orejas, porque el amado líder tiene primacía sobre la constitución) recortaran su asignación presupuestaria hasta hacerla irrelevante, y Estados Unidos habrá dejado otro vacío más listo para que China ocupe su lugar.
No soy de conspiraciones, y creo que cuando no sabemos si una decisión es producto de la malicia o la estupidez, la segunda suele ser más probable. Pero con Musk revoloteando por ahí, y sus enormes intereses empresariales en China, no sé qué pensar.
Aranceles, otra vez
Los aranceles contra importaciones chinas han entrado en vigor, así que vamos a tener una estupenda subida de precios las próximas semanas, y la UE va a tener aún más cachivaches chinos subvencionados inundando su mercado.
Lo que no ha entrado en vigor son las tasas contra Canadá y México, aplazadas ambas treinta días. En ambos casos, los gobiernos vecinos prometieron a Trump aprobar una serie de medidas para controlar la frontera, con soldados, y un zar fronterizo, y grupos de trabajo y zarandajas varias. Trump se puso la medalla y cantó victoria, aunque en ambos casos, todo lo prometido eran iniciativas o bien ya en vigor, o que habían sido pactadas con Biden y estaban siendo implementadas.
Lo que sucedió fue varios sondeos que señalaban que los aranceles no eran populares y una caída tremenda de la bolsa el lunes por la mañana. Es decir, que Trump se asustó y se ha echado atrás.
Volvemos, sin embargo, a lo que escribíamos el domingo: esta clase de maniobras, incluso cuando no entran vigor, hacen daño a la reputación de un país. Un estado no hace esta clase de algaradas hacia sus aliados, y no las “renegocia” cada treinta días. Nadie que quiera negociar nada con Estados Unidos puede tomarse lo que dicen en serio.
Imperialismo inmobiliario
Cuando escribía sobre Groenlandia, dije lo siguiente:
Dado que Trump insiste, una y otra vez, que no está bromeando, creo que la hipótesis más sensata para interpretar toda esta historia es que el hombre es un imbécil sin sentido alguno de cómo funciona el mundo. Trump no tiene un plan brillante o elaborado, o una estrategia a gran escala, o nada por el estilo. El tipo realmente sigue pensando como si dirigiera una inmobiliaria.
Esto era medio en broma, medio en serio. No era algo literal, o no era mi intención. Excepto que ayer le preguntaron a este buen hombre sobre Gaza, y soltó esta chorrada:
El tipo dice así, a lo loco, que Estados Unidos tome posesión de Gaza y convierta el territorio en algo parecido a la “riviera de Oriente Medio”, convirtiéndolo en una “meca para el turismo.” Eso sucederá, para hacer todo aún más horripilante, tras deportar los dos millones de palestinos que insisten en vivir en el lugar a Egipto y Jordania, porque un poco de limpieza étnica no debe entrometerse con su pelotazo inmobiliario con playas, casinos, y furcias5.
Es una idea tan estúpida, tan ilegal, tan depravada y absurda que no hay ni por dónde empezar. Combina corrupción, racismo, ocupación militar, violar derechos humanos, derecho internacional, y Dios sabe cuántas cosas más. Es algo tan extremo que dirías que está troleando, soltando titulares para irritar al personal. Pero después va y lo repite una y otra vez, entusiasmado, convencido de su genio.
Cuatro años de este señor. Cuatro. Dios Santo.
Y protagonista de “Por qué se rompió Estados Unidos”, un libro que ha envejecido bien, pero que voy a tener que actualizar…. ¿Lo habéis comprado ya? Sí, Nixon sale como mínimo una vez por boletín.
Las tres más impopulares son, siempre, siempre, siempre, ayuda al desarrollo, gasto militar, y prestaciones de desempleo. Una de las tres nunca es mencionada como impopular por nadie.
Los países de la UE combinados donan más dinero, pero ya se sabe, Europa. La AECID, para comparar, tiene un presupuesto de 700 millones y 781 empleados. La ayuda al desarrollo total de España estará sobre los 4400 millones; en porcentaje de PIB, estamos un poco por encima de USA.
Soft power, en jerga de relaciones exteriores, en contraposición a hard power, que es el que te dan los tanques.
Desde aquí quiero felicitar a todos esos izquierdistas que me insistían que Harris y Biden eran peores que Trump en el tema palestino. Bravo.
En la nota 5 me ha venido a la cabeza el personaje Bender de Futurama, cuando quiere montar su propio parque de atracciones lunar, me seguiría riendo sino fuera tan dramática toda la situación... T1 - E2
¿Cuatro años, Roger? ¿No ha empezado el runrún sobre saltarse la Constitución para un tercer mandato?