Los que me leéis desde hace una temporada probablemente sabéis que soy profundamente escéptico sobre las criptomonedas. Siempre he sido de la opinión de que son una solución en busca de un problema, no una tecnología revolucionaria; no tienen mayor valor inversor que una colección de sellos, exceptuando el hecho de que un sello al menos te sirve para enviar una carta.
Muchos observadores, no obstante, creen que aparte de la especulación pura, las criptomonedas tienen dos usos muy obvios y claros, gracias a su opacidad, falta de regulación, y carácter descentralizado: blanquear dinero y cometer delitos. Las empresas del sector, cuando no están haciendo lo primero (que es poco escrupuloso, pero legal) suelen albergar mucho de lo segundo, y dado que son transacciones extremadamente lucrativas, tienen la costumbre de tolerarlo sin prestarles demasiada atención.
Regulando empresas dudosas
Durante la administración Biden, los reguladores financieros decidieron intentar obligar a las entidades de este mundillo a que adoptaran controles similares a bancos y entidades financieras tradicionales para prevenir delitos. Empezaron por las buenas, estableciendo reglas por primera vez, y siguieron por las malas, llevando a juicio y enchironando a algunos de los “emprendedores” que habían hecho su fortuna vendiendo humo en elaboradas estafas piramidales (léase, FTX).
Aparte, también fueron a por entidades que estaban vulnerando normas básicas como, por ejemplo, asegurarse que tus clientes no son Hamas, jihadistas, o imperios criminales que se dedican a la trata de blancas.
Una de esas entidades era Binance, el mercado de intercambio de criptomonedas con mayor volumen de transacciones del planeta. El Departamento de Justicia, en sus investigaciones, dejó claro que sus ejecutivos no sólo no estaban evitando tomar medidas para prevenir actividades ilegales, sino que a menudo sabían que estaban sucediendo y les daba igual. A principios de este año, la misma administración Trump les acusó de estar moviendo fondos para Hamas.
El fundador de Binance, Changpeng Zhao (conocido como CZ), admitió ser culpable de blanqueo de capitales el año pasado, aceptando una pena de cuatro meses de cárcel. Binance pagó una multa de 4.300 millones de dólares. En un país en que nadie con dinero parece acabar en el trullo, el hecho de que el CEO firmara ser enviado a prisión es excepcional. La cantidad de basura que estaba (y está) haciendo Coinbase, incluyendo financiar a organizaciones terroristas, era delirante. Y ese era sólo uno de los casos; los reguladores estaban también intentando ir a por la empresa por fraude.
Ofendiditos
El sector de las criptomonedas, por supuesto, se tomó a mal esta clase de investigaciones, probablemente porque iban directamente contra su modelo de negocio1. Durante la campaña del 2024, donaron montañas de dinero a la campaña de Trump, convirtiéndose en uno de los mayores sopores financieros del partido republicano.
Para Chanpeng Zhao, sin embargo, esto de donar a campañas le debía parecer una forma demasiado indirecta de participar en el proceso democrático. En vez de anuncios en favor de un candidato, el hombre prefirió centrar su estrategia en demostrar las fortalezas y virtudes de su industria, mover dinero de forma opaca, sin control alguno, para crear pelotazos financieros enormes que favorecieran a los listillos con conexiones en la industria.
Supongo que os acordaréis de World Liberty Financial, una joven empresa de criptomonedas fundada por jóvenes emprendedores sedientos de gloria. Uno de ellos es Zach Witcoff, hijo de uno de los asesores de Donald Trump. Otros son Eric Trump, Donald Trump Jr. y Barron Trump, los hijos del presidente.
El bueno de CZ es muy de ayudar a tipos que crean nuevas empresas en este sector si los ve con modelos de negocio innovadores y buenas ideas. El modelo de negocio de World Liberty Financial se basa en avanzados conceptos financieros como “replicadores de flujo apalancados según modelos matemáticos de AI”, “difusiones gaussianas de riesgo estratificado financializadas mediante obligaciones en la blockchain” y “enriquecer de forma obscena a la familia del presidente de los Estados Unidos de forma misteriosa y totalmente desinteresada”, así que no dudó en apostar por ellos.
Los dos primeros me los he inventado. El tercero no es oficial ni aparece en ninguno de los documentos financieros de la empresa, pero parece relativamente claro que forma parte de su estrategia.
“Inversiones”
Binance ha estado “colaborando” con World Liberty Financial e “invirtiendo” en toda clase de activos creados por la compañía completamente obvia y transparente. Estas maniobras han generado, probablemente, cerca de 3.000 millones de dólares para la familia del presidente, combinando dinero procedente de los Emiratos Árabes con la “ayuda” de Binance, más una cantidad indeterminada en inversiones en otros pufos trumpianos, como su propia meme-moneda2:
Toda esta infatigable tarea de promoción y apoyo al emprendimiento ha sido reconocida por la administración Trump. A principios de año, la SEC (Securities and Exchange Commission, el regulador financiero) anunció que iba a abandonar las investigaciones a Binance, y que todo eso que decían de que estaba financiando a terroristas, narcotraficantes, esclavistas y mercenarios era broma. La semana pasada, el presidente indultaba a Zhao, que había estado cuatro meses en la cárcel después de admitir ser culpable de delitos. Binance, que tuvo que abandonar el mercado americano porque MUCHOS DELITOS CORCHO YA, está estudiando volver a entrar en el país, porque a quién le importa ya nada mientras estés lanzando sacos de dinero a la familia del presidente.
Y no pasa nada
El indulto fue el 23 de octubre. Esta administración hace tal cantidad de burradas cada día que no tuve tiempo de dedicarle más que una nota a pie de página entonces, pero sigue siendo un escándalo mayúsculo. Zhao es un ciudadano chino, haciendo negocios con los hijos del presidente, dándoles miles de millones de dólares a cambio de un indulto. La noticia duró un par de días en medios, siendo generoso.
En un universo normal, con políticos normales, la revelación de esta clase de relaciones, maquinaciones y negocios habría avergonzado a los implicados. Nos han pillado en algo que se parece muchísimo a un soborno. Tenemos que buscar elaborados argumentos ofuscatorios diciendo que dos empresas trabajando juntas no significa que estén asociadas de forma alguna, aparte de los miles de millones que una de ellas tiene así de golpe en su cuenta corriente.
Esta Casa Blanca, sin embargo, ha hecho todo lo de arriba en voz alta y haciendo ruedas de prensa, así nada era secreto y todo era público. Cuando la gente ha puesto mala cara y le han preguntado a Trump directamente, su respuesta ha sido que no sabe quién es Zhao, ni tiene ni idea sobre el indulto.
El año pasado el partido republicano montó un escándalo infinito porque Hunter Biden, hijo del presidente y cretino habitual, vendió unas cuántas pinturas mediocres por precios un tanto (bastante) inflados. Los hijos del actual presidente han dado un pelotazo de miles de millones a cambio de un indulto y nadie ha dicho ni pío.
El truco de Trump no es tanto que le importa un pimiento parecer corrupto, sino que a su partido no le molesta lo más mínimo.
Bolas extra: Pasando hambre
El viernes por la noche, dos jueces federales ordenaron a la administración Trump utilizar los fondos de reserva de SNAP para poder seguir la prestación que da dinero a familias pobres para que compren comida.
Ahora mismo, la Casa Blanca no ha dicho ni cómo ni cuándo van a cumplir con la orden. Es muy posible que la recurran.
Mientras tanto, el presidente anunciaba orgulloso en su red social la renovación de uno de los baños de la Casa Blanca.
El viernes, celebró Halloween en Mar-A-Lago, con una fiesta bajo el lema “A little party never killed nobody” con el tema y estilo de la novela “El Gran Gatsby”.
Prioridades.
Fraude, blanqueo de capitales, etcétera.
Por cierto, en ese post sobre la meme-moneda de Trump hablo de la venta obligada de TikTok. Trump se ha saltado la ley también y regalará la empresa a sus amigotes.





Buenas, ¿hay relación entre Coinbase y Binance o es una errata? Entiendo que probablemente tengan problemas similares, pero por curiosidad
Otro uso no estrictamente ilegal, pero se parece mucho, es esquivar la legislación que sí existe en mercados regulados. Por ejemplo, hacer insider trading en algún mercado de apuestas como Polymarket https://www.wsj.com/finance/stocks/polymarket-nobel-peace-prize-bets-c34ee0c8