Los últimos meses en política americana han sido un goteo constante de noticias espantosas. Del segundo mandato de Trump no me han sorprendido demasiadas decisiones tomadas (está haciendo básicamente todo lo que dijo que haría durante la campaña), pero sí el ritmo que el presidente ha imprimido a su mandato. Durante sus primeros cuatro años, Trump iba a dos o tres escándalos al día, pero su capacidad para gobernar siempre fue muy limitada, estando como estaba rodeado de un gabinete más o menos responsable. Esta vez, su gobierno está lleno de gente adicta a su persona y pagafantas sin criterio (esto es, Marco Rubio), así que están aprobando medidas sin parar. Cuando se topan con alguien que, aunque sea accidentalmente, tiene algún reparo moral, lo despiden de inmediato.
Dar una imagen esperpéntica es menos importante que garantizar la obediencia ciega. Esta semana Trump despidió a su sexto director del Internal Revenue Service, la Agencia Tributaria americana. El buen hombre, Billy Long, se negó a permitir el uso de los datos confidenciales de contribuyentes para buscar inmigrantes ilegales, algo que es completamente ilegal.
No que este detalle parezca importarle a nadie.
Rendiciones
Entre la avalancha de medidas ilegales, alocadas, autoritarias o estúpidas tomadas por la administración se encuentran algunas que van directamente en contra de muchos grupos de interés tradicionalmente aliados del partido republicano. Pongamos, por ejemplo, la industria farmacéutica: Trump ha volado por los aires gran parte del sistema de I+D público americano, que está en los cimientos del desarrollo de nuevos fármacos en Estados Unidos. Ha impuesto también aranceles casi al azar a muchos componentes para fabricar medicamentos. El sector no se ha quejado en absoluto.
Esto se extiende por toda la economía. Las tecnológicas están obligadas a hacerle la pelota constantemente, entre sus ciclotómicas amenazas al sector. El automóvil tiene, ahora mismo, aranceles más altos para importar de sus fábricas en Canadá y Méjico que los fabricantes europeos y japoneses. Los republicanos han sacado adelante una ley sobre criptomonedas “estables” que puede potencialmente debilitar el sistema financiero de arriba a abajo. Wall Street ha respondido apuntándose al tren por completo y tiene a sus expertos buscando información sobre wildcat banks y qué pasó la última vez que hubo entidades financieras sin regular ni seguro de depósitos bancarios1.
Las élites empresariales e industriales americanas se han topado con un presidente impopular, errático, autoritario e incompetente que se pasa el día amenazando a sus bancos, empresas, e instituciones al azar. Lo único que les ofrece es una bajada de impuestos. En vez de quejarse, oponerse o intentar revertir nada, han decidido todos callarse, abrazar el caos, y si toca fascismo, pues toca y listos.
El principal riesgo al que se enfrenta la democracia americana no es un presidente fuera de control. Es la indiferencia, cuando no postración baboseante, de sus élites e instituciones.
Normalización
Lo que hemos acabado viendo es un rápido, y preocupante, proceso de normalización. A principios de esta semana, Trump anunció que iba a desplegar la guardia nacional y cuerpos de seguridad federales en Washington DC, para combatir el crimen, que dice que está fuera de control. Es, por supuesto, una excusa; aunque es cierto que la ciudad es mucho más peligrosa que cualquier ciudad europea y tiene una tasa de homicidios treinta y ocho veces peor que España (38), la tasa de crimen lleva varios años en marcado descenso.
Si, en abstracto, leemos una noticia que reza que en un país cualquiera “el presidente de la república, un hombre con marcadas tendencias autoritarias, anunció el despliegue de milicianos para que ocuparan la capital, tras tomar el control de la policía” nos alarmaríamos bastante. Aquí ha durado dos días en los titulares.
Lo que acaba sucediendo, y según tengo entendido esta es una experiencia compartida con otros países que han sufrido involuciones autoritarias, es que incluso aquellos que son críticos con el presidente acaban dudando sobre lo que están viendo. ¿Son todas estas maniobras bravuconadas de cara a la galería o van en serio? ¿Es el presidente tan lerdo como parece o realmente quiere tener un control absoluto del ejecutivo? ¿Están los tribunales rindiéndose para proteger su pellejo, aceptando una dictadura o esas sentencias son normales?
La presión, implícita, es normalizar lo que pasa, banalizarlo. Verlo como algo puntual. A pesar de que no lo es en absoluto.
Pausa
Ha sido un año de locos, y más con un cambio de trabajo (que la verdad, me ha sentado muy bien) y tanto por hacer. Así que tocan vacaciones; mañana volamos a Barcelona, a visitar a amigos y familia y descansar un poco. Estaré de vuelta allá el 25 de agosto.
Voy a intentar mirar el móvil y leer noticias lo menos posible, así que por favor, no rompáis nada en mi ausencia.
Como de costumbre, pondré la pausa a las subscripciones de pago unos días. Suscripciones que, por cierto, van excepcionalmente bien. Tras varios boletines con lloriqueos de un servidor, estamos en casi un 10% de lectores con una suscripción. Muchas, muchas gracias.
Bola extra:
Sólo una, porque este es un artículo que merece la pena leer: por qué las redes sociales están irremediablemente rotas. Es un estudio muy, muy ingenioso de Petter Törnberg y Maik Larooij, de la universidad de Amsterdam, que han creado una serie de redes sociales pobladas de usuarios “artificiales”, en realidad IAs construidas con LLM que interactúan libremente. Los autores han probado varios algoritmos y estrategias de moderación, y el resultado es siempre el mismo: un vertedero tóxico invivible, como las redes en el mundo real.
Esta clase de estudios tienen limitaciones, obviamente, pero merece ser leído. También refuerza mi impresión, como veterano de internet pre-2.0 y redes, que la única forma de tener debates y comunidades funcionales es con foros o páginas pequeñas, moderadas por humanos muy motivados en mantener el orden. Reddit es el único lugar medio civilizado que queda ahí fuera porque no deja de ser un foro de foros, con buena moderación.
Yo le echo la culpa de muchas cosas a las redes sociales. Quizás no esté tan loco como creía.
Pista: salió espantosamente mal.
Bones vancances per Catalunya !!! Y no te mierdas de una insolació o de calor
Yo había entendido del subtítulo que nos ibas a hablar de algún respiro en la actualidad, no en tu seguimiento y reporte de la actualidad 😅
¡Disfruta de tus vacaciones, Roger!