En el boletín de hoy me toca repasar todas las preguntas que he recibido estas últimas semanas y que merecen respuesta. Hoy toca hablar sobre la mafia policial en Estados Unidos, proteccionismo y bebés, la candidatura presidencial de AOC, trenes y COVID.
Un poco de todo, como de costumbre. Empecemos.
Viendo la pasta dedicada a policía, y por extensión la cantidad de gente que vive de esa industria ¿se ha convertido esto en la clásica estructura de captura de rentas y voto? Pero igual ese es el problema por enmendar en el fondo.
Es difícil responder de manera objetiva a esta pregunta, porque no hay realmente datos claros que sean demasiado comparables. Mi sensación, que repito, es más una impresión que fruto del estudio, es que no sólo esto sucede, y la policía es totalmente un actor interesado en capturar tanto presupuesto como sea posible, sino que además a menudo actúan de una manera que es difícilmente distinguible de ese otro negocio de amables señores armados hasta los dientes que ofrecen amablemente servicios de seguridad a cambio de una pequeña cuota.
Para empezar, los policías en Estados Unidos ganan mucho dinero. El salario medio de un policía en este país es de $67.600 al año, o $15.000 por encima del salario medio. Hasta donde yo sé, esto es relativamente inusual en países desarrollados; en España, un policía cobra más o menos lo mismo que el salario medio (sobre 24.600 euros al año comparado con 24.395 para toda la población). No tengo comparación de otros países, pero dudo que la prima de riesgo por ser policía sea tan alta en otras partes.
Lo que es realmente chocante aquí es la enorme dispersión salarial no sólo entre estados, sino entre ciudades, dependiendo del tamaño del departamento y su poder de negociación/sindicalización. Algo que ves muy a menudo son departamentos de policía de ciudades pobres que están a la vez crónicamente escasos de personal pero que a la vez tienen una curiosa proliferación de agentes y oficiales con unos sueldos absolutamente descomunales.
New Haven, por ejemplo, en teoría debería tener 406 policías, pero el cuerpo siempre ronda los 320. Al mismo tiempo, tiene 17 policías que cobraron más de $200.000 el año pasado, muchos de ellos trabajando cientos de horas extra para compensar la falta de personal. Cada vez que el alcalde o el pleno municipal sugiere hacer algo para controlar el exceso de horas extra, el sindicato de la policía local sale en tromba diciendo que van a poner en peligro a la ciudadanía, que esto es un escándalo, y que se atengan a las consecuencias. Por cierto, si ese concejal tan crítico se encuentra que en su distrito la policía tarda diez minutos en responder a emergencias es, seguro, seguro, seguro, una coincidencia.
Desde que vivo aquí, esos mismos sindicatos dicen que están haciendo un esfuerzo para reclutar más agentes, pero nunca consiguen hacerlo. La queja es que los agentes, a la que ganan un poco de experiencia, se van a trabajar a otros departamentos en los suburbios, que pagan mejor y tienen un trabajo más tranquilo. Obviamente los salarios de base son mucho más bajos (sobre los $44.000 al año) en New Haven. La gente que gana estos pastizales son los veteranos del departamento, que controlan el sindicato y negocian las condiciones laborales con la ciudad. Casualmente.
New Haven, por cierto, no es la ciudad más disfuncional del estado en este aspecto; al menos esto no es Bridgeport, donde la forma más habitual de que un jefe de policía pierda el cargo es camino de la cárcel por corrupción. Pero el patrón de pocos agentes, salarios descomunales para unos pocos, departamentos pequeños y ay del alcalde o concejal que les levante la voz, porque empezarán a pasar de todo, no es en absoluto inusual.
La policía, por cierto, es increíblemente incompetente. New Haven tuvo 25 homicidios el año pasado (como comparación, la comunidad de Madrid tuvo 34, con cincuenta veces más habitantes); el NHPD ha efectuado detenciones en tres. Hay 22 casos donde no tienen ni idea del culpable.
Como nota final, este estudio de hace tres años sobre cómo la sindicalización de los cuerpos de policía parece aumentar de forma tremenda la cantidad de quejas por violencia excesiva y mala conducta contra el departamento es fascinante. Leedlo.
Explica la obsesión estadounidense por el proteccionismo.
Ah, la obsesión con el buy American. En Estados Unidos hay montones de leyes destinadas a proteger a industrias locales de competencia exterior. Por ejemplo, si Connecticut quiere comprar un tren de cercanías nuevo, sólo puede encargarlo a una empresa que lo fabrique aquí en el país, cosa que es un problema porque en Estados Unidos sólo hay un puñado de proveedores disponibles.
El motivo de que esto suceda es una combinación de accidentes históricos, política industrial mal entendida y lobistas desatados. Sobre lo primero, Estados Unidos tuvo la suerte durante su industrialización de tener un mercado interno enorme comparado con cualquier otro país capitalista, y con un nivel de competencia interna tremendo. Es lo que algunos han llamado “capitalismo en un sólo país”; nunca tuvieron que orientarse a exportaciones para crecer, ya que el mercado doméstico les bastaba.
El problema, claro está, es que el resto del mundo se ha ido integrando, y que en muchos sectores económicos las industrias punteras ya no están aquí. Si a eso le sumamos una creciente concentración empresarial, que ha ido reduciendo la competencia interna, muchas industrias dejan de ser competitivas, y lo que hacen es ir al congreso a pedir ayuda. No piden subvenciones (que el congreso no suele dar), sino que insisten que son industrias estratégicas y que deben tomar medidas para proteger la capacidad industrial del país (trenes, acero, barcos, etcétera), o advierten que los estándares de seguridad en otros países no son aceptables y que las agencias reguladoras locales deben asegurar que los productos que se venden aquí están controlados.
Esto último es lo que les ha sucedido, exactamente, con la leche en polvo para lactantes. La FDA, tras años de presión entusiasta de la industria del sector, estableció unos criterios muy, muy, muy estrictos sobre la composición de las fórmulas para lactantes en Estados Unidos. Estos estándares son, faltaría, distintos a los de la UE. La regulación europea es igual de segura (o más) que la americana, pero está completamente prohibido importar fórmula de otros países.
Gracias a los milagros del capitalismo, en Estados Unidos hay tres empresas que controlan entre un ochenta y un noventa por ciento del mercado de leche en polvo para bebés. Los tres han sido acusados repetidamente de pactar precios, pero nunca se ha demostrado que fueran un cártel. Aun así, la leche en polvo en Estados Unidos es bastante más cara que en Europa.
Hace un par de meses una fábrica de Abbott, que controla el 48% del mercado, tuvo que cerrar cuando una inspección encontró bacterias potencialmente letales en las instalaciones. Esto ha llevado a una escasez brutal de leche en polvo en Estados Unidos en las últimas semanas, hasta el punto de que la administración Biden se ha visto forzada a relajar las normas sobre importación e importar toneladas de fórmula en aviones militares con carácter de urgencia.
¿Por qué los estadounidenses "odian" el tren como medio de transporte para personas presuntamente humanas pero sus trenes de mercancías son inmensos?
Una mezcla de regulación efectiva del sector en los veinte e incentivos perversos después. Escribí sobre ello en Jotdown aquí.
¿Qué tal va la COVID por ahí? En Europa parece superada la mascarilla, pero en USA Musk amenaza a los empleados que no quieren volver a las oficinas, dudas en Apple sobre lo mismo…
Aquí el país colectivamente ha dado la crisis por terminada, poco menos. Veo muy poca gente con mascarilla en ningún sitio; hoy en un acto en el colegio de mi hija había como 300-400 personas en un espacio cerrado y dudo que hubiera más de un diez por ciento con mascarillas.
No es que me parezca del todo irracional. El país está sobre los 260-280 muertos diarios, que es el equivalente a 35-40 muertes diarias en España. Este resulta ser más o menos donde está el nivel ahora ahí también. Hay una minoría muy vociferante que sigue pidiendo restricciones a destajo, pero el resto del país está ya de vuelta de todo en casi todos los aspectos.
Casi todos. Para entrar en Estados Unidos el gobierno federal sigue exigiendo una prueba negativa de COVID, hecha el día anterior al vuelo. No tiene sentido alguno, por supuesto, pero estamos hablando del lugar donde llevamos veinte años quitándonos los zapatos en los controles de seguridad de los aeropuertos por culpa de un intento chapucero y fracasado de atentado.
¿Ves a AOC compitiendo como candidata a las presidenciales en algún momento del futuro (no sé si cumple los 35 para las próximas elecciones)?
He dicho alguna vez que tiene madera para llegar lejos, pero para ser una candidata viable a las presidenciales necesita “saltar” a otros cargos de más responsabilidad. Escribía hace una temporada:
AOC tiene un futuro extraordinario por delante. Dudo que quiera hacer carrera dentro de la cámara de representantes (ganar antigüedad, presidir un comité, otro comité, whip, líder de la mayoría, Speaker), ya que es una vida en la que francamente desperdiciaría su talento durante años. El único cargo que de verdad importa ahí es Speaker y su equipo inmediato, llegar allí toma décadas, y cuando lo haces tienes la clase de visibilidad que hace muy complicado que puedas aspirar a otro cargo (en parte porque es el cargo más importante del país, sólo por detrás de la presidencia, pero ese es otro tema).
Ocasio seguramente hará mili en el congreso una temporada, y después intentará “saltar” a alguno de los cargos de peso en su estado: alcaldía de Nueva York (quizás incluso cuando lo deje DeBlasio), gobernadora (Cuomo tiene que aburrirse algún día), o senadora (cuando se retire Schumer). Desde allí puede ganar experiencia ejecutiva (mejor como gobernadora que alcaldesa - Nueva York es una ciudad que devora a sus alcaldes) o ganar talla de estadista (senado).
Entonces es cuando entra el factor suerte, porque la carrera política de alguien siendo el cursus honorum americano tiene mucho de azar. La edad mínima para ser presidente es 35, así que AOC en teoría puede presentarse el 2024. Ese año, sin embargo, le pilla demasiado joven, y si Biden ha ganado, con un demócrata ya en la Casa Blanca tampoco podría hacer nada.
Toca el 2028. Si Los demócratas ganaron la reelección, e un año difícil - los partidos en USA raramente tienen un “tercer mandato” (o sea, mantienen la Casa Blanca 12 años). Si la perdieron, 39 años sigue siendo muy joven, a no ser que haya tenido suerte ganando la alcaldía o a gobernador a principios de década. Las elecciones al senado no le cuadran (Schumer tiene elecciones el 2022, y Gillibrand es bastante joven), así que dependerá de un par de carambolas para ser una candidata viable a la presidencia esta década.
Nótese que la alcaldía ahora tiene dueño hasta el 2026 (como pronto) o el 2030, y tras la caída de Cuomo, las primarias para gobernador son mucho más arriesgadas y dudo ni que lo intente. La puerta está cerrada ahí hasta el 2028, como pronto. Es decir, los plazos de arriba se le han cerrado, así que le tocará ser paciente… y esperar seguramente 6-8 años antes de poder “ascender” a otro cargo.
Esto es una eternidad en política, así que Dios sabe si seguirá siendo la figura conocida y popular que es ahora. Todo el mundo que llega a presidente lo hace por carambola, francamente; hay mucho de estar en el sitio correcto en el momento adecuado.
El movimiento me too después del juicio entre Deep y Amber Heard
Sospecho que es importante, pero me he esforzado para leer tan poco como fuera posible del caso porque el circo mediático a su alrededor me parecía insoportable. El sector incel - gamergate - misógino de internet es insufrible, y los rollos entre millonarios ofendidos me aburren. Estoy seguro de que alguien os dará una opinión mejor.
Seguro que es porque no me supe explicar mejor, pero cuando pregunté por el impacto del juicio entre Deep y Heard en el movimiento me too no era tanto por una valoración del juicio sino en el impacto que haya podido tener en la narrativa sobre el feminismo y el movimiento me too en el país. Muy interesantes todas las respuestas 😉