El domingo publicaba por Voz Populi un artículo centrado en dos ideas importantes. Por un lado, celebrando la decisión del ministerio de transportes de estudiar un aumento de la velocidad comercial en las LAV a 350 Km/h:
El anuncio reciente por parte del Ministerio de Transportes del posible aumento de la velocidad comercial en las líneas de alta velocidad españolas a 350 km/h es una gran noticia.
Primero, porque refleja un muy bienvenido cambio de mentalidad en la gestión de infraestructuras en España. En nuestro país teníamos la costumbre, endémica desde hace décadas, de construir líneas nuevas pero nunca gastar suficiente en mantenimiento, provocando un empeoramiento progresivo en los tiempos de viaje. Lo que estamos viendo ahora, sin embargo, son renovaciones integrales dirigidas a que la infraestructura mantenga sus prestaciones (Madrid-Sevilla) o, como se ha prometido con este aumento de velocidad, las mejore sustancialmente.
Segundo, he querido insistir en la necesidad de que la compañía abandone de una vez si costumbre de crear horarios con demasiadas tarifas distintas y horarios inconsistentes.
La excusa habitual de Renfe es que esta segmentación es necesaria para evitar que los trenes de largo recorrido que van más allá de Valladolid se llenen de pucelanos y dejen a viajeros que van hacia Bilbao, Oviedo o Santander sin plazas. Eso se puede solucionar haciendo que esos trenes no paren en Valladolid en horas punta. También suelen alegar que, al segmentar servicios, eso les permite adaptar los precios a la demanda y (dicho con la boca pequeña) maximizar ingresos, al igual que hacen las aerolíneas. El problema es que los trenes no son aviones, y en un trayecto de una hora lo que prima es la conveniencia y flexibilidad, la calidad del servicio, porque tu competidor no es otro avión, sino el vehículo privado. El coche será más lento y posiblemente más caro, pero no te obliga a malgastar un par de horas en Chamartín porque has perdido el tren.
Señalo, además, la costumbre de Renfe de ofrecer pocas frecuencias en lugares donde claramente puede haber más servicios; el ejemplo aquí es Cáceres-Badajoz, pero el país está plagado de relaciones similares.



Yo me conformaría con que solucionasen los problemas y retrasos que se producen. Por lo que me cuentan algunos usuarios habituales, llevan una buena temporada de incidencias.
Pero sí, toda mejora es siempre bienvenida.