Tennessee y los ecos del pasado
Cuando la democracia en América vuelve a sus viejas tradiciones
la historia empieza, como de costumbre, con un tiroteo.
El 27 de marzo, Audrey Hale entró por la fuerza en la Covenant School de Nashville, Tennessee, armada con dos fusiles de asalto. Se paseó por los pasillos y aulas de la que había sido su escuela, un colegio privado religioso en un barrio conservador de la ciudad, disparando a todo lo que se moviera. Asesinó a seis personas: dos niñas y un niño de nueve años, un conserje, una profesora, y la directora del colegio.
Como es habitual en estos casos, la asaltante había comprado su arsenal de forma perfectamente legal. Los demócratas y cualquier persona con dos dedos de frente hablaron de armas de fuego, los republicanos y escoria de internet variada se pasaron la semana discutiendo sobre si el hecho de que Hale quizás fuera transexual era motivo de pánico y terror ante drag queens y demás maldades.
Como suele suceder en estos casos, la polémica llegó también al parlamento estatal.
Legislando sobre armas
Tennessee, por supuesto, es muy conservador; Trump ganó el estado por veintitres puntos. Los republicanos tienen una supermayoría abrumadora en la cámara de representantes (75-24) y Senado (27-6); la respuesta legislativa a la tragedia fue una ley para permitir que los profesores puedan llevar armas de fuego en clase.
Dejemos de lado el hecho de que varios maestros y empleados en Covenant iban armados o que Tennessee es uno de los estados con legislación más permisiva en esta materia. Cualquier persona mayor de 21 años puede comprar y llevar armas de fuego en el estado, sin necesitar prueba o licencia alguna. Dejemos de lado también que es uno de los estados más letales del país en este aspecto; a los republicanos hace tiempo que lo de la lógica o estadísticas les da completamente igual.
Este lunes, miles de estudiantes y padres de todo el estado organizaron una manifestación en el capitolio estatal en Nashville exigiendo más restricciones a la posesión de armas de fuego. Organizaron un evento delante del edificio, y se pasearon pacíficamente con pancartas por sus pasillos (los capitolios estatales, en general, son de libre acceso), gritando consignas y pidiendo cambios. Mientras los representantes debatían cambios legales, se sentaron en la galería de la cámara, en silencio, con carteles de protesta
La protesta
Durante el pleno, tres legisladores demócratas, Justin Jones, Justin Pearson, y Gloria Johnson, hablaron repetidamente en contra de las reformas propuestas. El Speaker, harto de sus preguntas, les cortó el micrófono. Indignados, Jones, Pearson y Johnson cogieron un megáfono y coreando “no action, no peace” interrumpieron el pleno.
Si miráis el video veréis que es una protesta altisonante y no del todo elegante, pero esencialmente inofensiva: tres legisladores pegando gritos en el pleno, dando la turra un rato, y marchándose al poco rato cuando el speaker llama a la policía del capitolio. Aparte de dolor de oídos y un par de titulares en la prensa estatal, no hay nada en esta protesta que no se pueda arreglar con una reprobación o como mucho una multa.
El partido republicano de Tennessee, sin embargo, se puso a hablar de ataque a la democracia, asalto al capitolio e insurrección. Acusaron a los legisladores de querer destruir las instituciones del estado - e inmediatamente iniciaron el procedimiento para expulsarlos de su escaño.
La expulsión
El jueves, la cámara de representantes de Tennessee debatió y votó sobre la expulsión de tres de sus miembros, cada uno representando un distrito urbano del estado (Knoxville, Nashville y Memphis). El pleno fue, en ocasiones, un viaje al pasado, con airados legisladores republicanos tratando con visible desprecio y un nada velado racismo a Jones y Pearson, ambos negros. Tras horas de debate, la cámara aprobó, con mayoría de dos tercios, la expulsión de Jones y Pearson. Johnson, que es blanca, mantuvo el escaño.
Tennessee, es, por supuesto, uno de los antiguos estados de la confederación. El Ku Klux Klan nació allí; durante las décadas tras el final de la reconstruction y las leyes de derechos civiles de los sesenta, fue uno de los bastiones de Jim Crow, la montaña de leyes raciales antidemocráticas que hicieron que la población negra del estado fuera excluida y discriminada. Es la clase de lugar que tenía, hasta hace dos años, una estatua de Nathan Bedford Forest, el jodido fundador del Klan, en el mismo capitolio.
Es también la clase de lugar donde ver una mayoría legislativa blanca expulsar a dos colegas negros por protestones no sorprende demasiado.
El viejo sur
Lo fascinante es que esto no es exactamente nuevo; Tennessee tiene, desde hace años, una bien merecida reputación de tener unas instituciones más que cuestionables desde el punto de vista democrático. Es un estado que practica un gerrymandering absolutamente salvaje, con reglas draconianas sobre quién puede votar (por ejemplo: si tienes antecedentes penales, pierdes el derecho al voto) y que, como hemos visto, tiene bien pocas manías a dejar sin representación distritos enteros si sus legisladores se ponen impertinentes. El GOP mantuvo en su escaño un tipo acusado de violar a tres menores durante años, pero protestar contra armas de fuego es inaceptable.
Increíblemente, los republicanos hacen todo esto a pesar de que los conservadores tienen una mayoría electoral abrumadora en el estado (repito: Trump ganó por veintitrés puntos); simplemente, esta es la clase de gobernanza que los republicanos consideran aceptable estos días. Tennessee no es un caso excepcional de instituciones antidemocráticas en gobiernos estatales; este es un problema más común de lo que debería.
Antidemócratas
Hablemos, por ejemplo, de uno de los swing states presidenciales clásicos, Wisconsin. Los republicanos controlan un 67% de los escaños en el senado estatal y un 65% en la cámara de representantes. Los demócratas, no obstante, han ganando 14 de las últimas elecciones a cargos que son elegidos a nivel estatal (senadores, gobernador, presidente, jueces). Este es un estado que tiende a demócrata, pero merced de un gerrymandering despiadado los republicanos controlan férreamente. Cambiar el mapa electoral ha sido esencialmente imposible durante las dos últimas décadas, ya que el GOP había llenado el tribunal supremo estatal de jueces conservadores.
Este martes, en unas elecciones de las que hablaré en más detalle otro día, los demócratas consiguieron ganar unas elecciones para nombrar un nuevo juez a la corte por más de diez puntos, dándoles al fin una mayoría en el tribunal. La respuesta de los republicanos, que recuerdo tienen supermayorías en ambas cámaras, es hablar sobre un posible impeachment para sacarla del puesto, incluso antes de que pueda tomar posesión.
No sé si os acordaréis, allá por el siete de enero del 2021, el titular de mi boletín hablando del asalto al capitolio:
Lo que vimos entonces no fue un accidente. Trump no es algo excepcional; forma parte de una facción abiertamente antidemocrática dentro del GOP. Como nunca me canso de repetir, gran parte de Estados Unidos es una democracia plena sólo desde finales de la década de los sesenta. No hablamos de un pasado remoto; Tennessee fue obligada a dar el derecho a voto a una cuarta parte de su población hace apenas nada.
Estados Unidos es un país tan grande que siempre parece estar moviéndose en varias direcciones simultáneamente. Muchos los estados del sur, y gran parte del GOP, están moviéndose claramente hacia atrás.
Bolas extra:
La sentencia del aborto está detrás de la victoria demócrata en Wisconsin, y está resultando ser un lastre colosal para el GOP.
Clarence Thomas, juez ultra conservador del supremo, ha aceptado regalos y prebendas millonarios de donantes republicanos.
La espantosa, atroz caída de la esperanza de vida en Estados Unidos en años recientes, especialmente entre menores de 40 años.
Lo que está claro es que el supuesto país de la libertad se está convirtiendo en el país más intolerante de todos. Y que la mayoría porque meter a todos en el mismo saco sería injusto, pero la mayoría de los estadounidenses están como una puta regadera.
Y los republicanos tienen la base legal para hacer el Impeachment a la Juez Protasiewicz ?