Tecnología y campañas políticas

Sobre como la inteligencia artificial va a cambiar mi trabajo

Una parte considerable de mi trabajo consiste en escribir.

Cada día escribo decenas de correos electrónicos a legisladores, lobistas, secretarios adjuntos, responsables legislativos, reporteros, militantes, y sindicalistas variados. También dedico una cantidad de tiempo considerable escribiendo a nuestra lista de activistas sobre eventos, actos, catástrofes legislativas variadas, campañas electorales y (cómo no) recaudar fondos. Tengo que escribir o revisar también todo lo que presentamos en comparecencias legislativas, argumentarios, el ocasional discurso para algún candidato, cargo electo, o persona que pasa por ahí, cartas al director, artículos de opinión, un libro, guiones, y un montón de cosas asociadas, a menudo en dos lenguas distintas.

Tengo suerte que me gusta escribir y no se me da mal del todo, porque dioses, escribo mucho cada semana.

Esta rutina, por supuesto, no es nada excepcional en el mundillo en el que me muevo, el de gente que trabaja en o cerca de la política. Vivimos atados al teléfono y al teclado, la palabra escrita es nuestra arma y herramienta.

Como os podéis imaginar, estos últimos días le hemos estado bastantes vueltas a esta nueva realidad en la que engendros electrónicos pseudointeligentes son súbitamente capaces de leer, escribir y trabajar con texto de forma más o menos competente. Dado que gran parte de nuestro trabajo es precisamente eso, crear textos para transmitir ideas, parece bastante obvio de que nuestra rutina diaria va a cambiar de forma considerable.

Este artículo del NYT deja bien claro que no somos los únicos, y que muchos profesionales del sector están estudiando y pensando cómo las IAcambiaran la política del país.

Imagen creada, inevitablemente, con IA.